Contenedores vacíos. Fenatport señala la falta de equipo vacío como muy preocupante para el transporte portuario.
Así ha quedado manifiesto en la reunión de su Junta Directiva del mes de febrero, tras comprobarse los efectos de la falta de equipo vacío en la operativa terrestre de los puertos de interés general.
La Federación Nacional de Transportistas Portuarios ya venía denunciando la mala gestión de los contenedores vacíos por su falta de revisión a la entrega de los mismos a los transportistas, lo que originó una serie de reuniones de trabajo en pasado año. En estos encuentros ya se vio la necesidad de categorizar los contenedores en función del tipo de carga a la que fueran destinados y la obligatoriedad de conocer, de manera anticipada, la información relativa a los cambios de equipo por mal estado.
En el escenario actual, los problemas en cuanto a la gestión del equipo vacío se ven incrementados por la alarmante falta de stock en muchas de las instalaciones portuarias de nuestro país.
Ante esta situación, Fenatport reclama a las compañías navieras, una comunicación eficiente de la información sobre el stock de vacíos en la diferentes instalaciones, ya que la falta de información en tiempo real, obliga a los camiones a desplazamientos infructuosos hacia instalaciones que no disponen de equipo y la consecuente perdida de tiempo a la espera de nuevas instrucciones.
Por otra parte, esta situación no solo está generando tensiones de carácter operativo, sino que empieza a preocupar también en su vertiente comercial, pues no son pocos los días en los que no hay contenedores vacíos para cubrir la demanda de transporte, lo que traslada el problema a toda la cadena logística.
La preponderancia del continente asiático y la priorización de la carga de contenedores llenos, son algunos de los factores que inciden directamente en esta situación y no parecen cuestiones que se puedan resolver en el corto plazo desde nuestros puertos. Lo que sí pueden y deben hacer todas y cada una de las comunidades portuarias, es ofrecer un espacio de dialogo constructivo, de todos los agentes implicados para tratar de minimizar el impacto de la falta de contenedores vacíos y adaptar los procesos a esta nueva situación en el menor tiempo posible, antes de que todo se nos vaya de las manos.